sábado, 25 de noviembre de 2006
De porqué me gusta el rojo.
El día más triste de mi vida fue soleado. No recuerdo la fecha ni a qué hora desperté, pero recuerdo que un envoltorio de caramelo de fresa se empeñaba romper la armonía verde de la hierba y que todos mis sueños se rompieron a la vez. Aún duele, si lo pienso. Si no lo pienso, no está. Los dedos estaban llenos de carboncillo y la tos no me dejó reír. Aquel día vi muchas espaldas y ninguna se mostró desde la perspectiva de un abrazo, porque los abrazos, como los amigos, estaban lejos y yo... había gastado todas las lágrimas para hacer un pastel de fresas. Ese día no escribí, puede que las manos no quisieran salir de los bolsillos. Y después olvidé los motivos, olvidé las consecuencias y sólo quedó una mota rosa en medio de la hierba. Creo que por eso no me gusta el rosa.
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3 comentarios:
¿Cómo se rompen los sueños en un dia soleado? No lo entiendo.
Los sueños se rompen, como una gota de lluvia explota en colores en el cielo formando un arcoiris...a veces es inevitable que todo se desazca, para bien o para mal, eso es difícil saberlo.
Aún así... me parece bonito.
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