Claro, porque estábamos allí y todo el mundo pensaba que aquello era normal. La mesa, inevitablemente redonda,
los cigarrillos se consumían,
hacía frío en invierno y a las 9 cerraban la cafetería.
Porque como las cosas no variaban, eran normales.
Ana hizo eco de su fama de derramar el café
y
Violeta miró de reojo a Luis cuando él soltó su escandalosa carcajada.
La mesa de en frente giró la cabeza de forma sincrónica. Frío hacía en invierno.
Marcos no encontraba el mechero,
se debatía sobre cuestiones tan importantes como cual era el peor chiste del mundo
y la causalidad de que un cociente intelectual más alto implicase lo que al final siempre acabábamos denominando como 'raro', 'eso', 'cosa' o alguna palabra-compuesta-inventada cuyo significado sería 'eso'. Y en invierno hace frío.
Uno que tenía que irse antes porque mañana.
Otro que viene de ver a.
Rotaban
las sillas
en la mesa redonda
en la que los objetos devoraban el logotipo de la superficie mientras simulaban amontonarse.
Y era normal también que a María le diera por hacer gorros con los periódicos del suelo
o por inventarse un túnel de cajetillas de smoking kills o el-tabaco-es-perjudicial-para-su-salud-y-la-de-los-que-le-rodean, según vinieran del kiosco y de Gibraltar o del estanco de la calle peatonal.
Claro, porque todos estábamos allí y todo el mundo pensaba que era lo normal aquello.
'Tengo calor' dijo Clara.
1 comentario:
Nos movemos continuamente. Pero siempre miramos desde un punto fijo. "Soy un punto en el universo y el punto del que parto".
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