domingo, 8 de abril de 2007

puede contener trazas de frutos secos

Me refiero a los supermercados. No los entiendo. Igual son demasiado grandes para mí. El caso es que entro en uno y me quedo clavada delante de la nevera de los yogures. Hay unos dos mil quinientos tipos de yogures de fresa y ninguno tiene fresas. Los ingredientes tampoco los entiendo demasiado bien, preferiría que dijeran 'etc.' antes que 'excipiente E-330'. Y luego salgo a la calle y me encuentro con toda esa política anti-tabaco. Hay un despacho de abogados en frente, a veces los observo por la ventana mientras la cafetera me avisa de que ya. Hay un solitario que bebe quince refrescos de cola sin azúcar cada mañana y fuma otros tantos paquetes de tabaco. No sé de qué hablan, no los oigo desde aquí arriba. Ellos no me ven, soy sólo otro ojo más de un edificio cualquiera, de los más viejos, eso sí. Me imagino sus conversaciones porque en mi piso no hay televisor, bueno, si hay, pero está roto, ya sabes, la humedad y el tubo de imagen, y las vacaciones de navidad. Cuando llueve, hablan de la lluvia y miran a las aceras, entonces no se preocupan de pisar las colillas, y es cuando más agachan las cabezas y me doy cuenta de lo poderosa que puede ser una gota de agua siendo tan pequeña, o es que son muchas gotas, o es que tenemos miedo. En mayo, los abogados se agarran al cuello de sus camisas y lo zarandean, debe ser fresquito llevar camisas de rayas y zarandear los cuellos en verano, si no, no sé porqué lo harían. Yo aún no lo he probado. Los helados de limón tampoco. Al final siempre elijo el de chocolate y galletas. Las heladerías me recuerdan a las neveras de yogures de los supermercados, pero ahí sí se ven las fresas, aunque nunca te tocan, claro. Se levantan muy temprano a trabajar los abogados. A veces salen muy tarde, Eva dice que la gente está estresada y por eso existen las leyes. Yo creo que las leyes se inventaron antes que el estrés y los abogados a la vez. Después de trabajar algunos van al gimnasio, a correr en las cintas o en las bicicletas. El aire también tiene muchos E-330, incluso en los gimnasios, en las reservas naturales no. Allí todo es más puro, porque son reservas, y porque son naturales. También están empaquetadas, precintadas y delimitadas. Para sentirnos más seguros porque aún existe algo sin colorantes ni conservantes. Tengo treinta y dos años. Voy a vivir al menos cincuenta más, o eso dice mi hipoteca. Si la comparto con alguien, viviré veinticinco seguro, aunque claro, también está el coche, o los coches, la televisión con dolbi-surround y las vacaciones para desestresarme. Eso tiene que entrar en la hipoteca. Seguramente también tengo fecha de caducidad pero por más que me miro en el espejo no consigo leerla.

Los anuncios son otra historia.

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