miércoles, 7 de febrero de 2007

Soneto a la mujer de los pies calientes

Sentimientos se salen de su cauce
para ver en témpanos de hielo
colmillos que se lanzan desde el cielo,
frio devorador, y frias fauces.
Aun sabiendo que sueño enajenado;
no olvides mi alabanza de lo gélido,
y creeme, reniego de lo cálido...
recuerdo de un cariño, ya pasado.
Si del frio los témpanos son dientes,
que se esconden del Sol y las praderas,
fuego emana de tí, como en las fuentes
el cálido sopor, de tus caderas.
Diabólica mujer de pies calientes,
que hiciste con calor... férreas cadenas.
A Sandra y las noches frías

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